Maelstrom – notas sobre swans y más…

“La guerra” Antonio Berni. 1976.


2012 fue el año en el que la banda SWANS lanzó el disco The Seer. Después de haber vuelto de un silencio de 14 años en 2010, con el disco My Father Will Guide Me Up a Rope to the Sky, The Seer abre una trilogía de discos (junto a To Be Kind y The Glowing Man) en la que la banda termina de refinar un nuevo sonido que se despega del formato canción y pone el énfasis en composiciones mucho más monumentales (desde la instrumentación, la duración y el uso de la repetición), una búsqueda que se puede trazar bastante claramente desde el disco Soundtracks for the Blind de 1996, el último antes de su silencio de década y media.

Lejos de tener el léxico de un crítico musical, me gustaría compartir unas notas sobre lo que pienso y siento de esta banda, tomando como ejemplo el tema que cierra este disco doble: Apostate.

Hay bandas o músicos que tienen un sonido que te arrastra, te absorbe y te empuja de un lugar pasivo de la escucha. Me imagino que todos tenemos en nuestro haber alguna banda que nos genera este tipo de sentimientos, el impulso del baile o nuestra pierna moviéndose como si hubiese tomado autonomía podría ser otro ejemplo. Pero viniendo de las artes gráficas y plásticas, este empuje está enlazado en mí a la imagen a la vez que al cuerpo.
Muchas veces en este tipo de escucha subyace el deseo de poder traducir esa intensidad a imágenes, fijas o secuenciales. Pero si dejo reposar esa idea, tal vez el deseo más profundo no es el de una traducción de tipo ilustrativo, sino poder espejar ese tipo de empuje e inercia, esa misma fuerza que genera el sonido, crearla directamente desde la imagen.

Lejos de ser una afirmación deprimente, no tengo mucha esperanza de que esto suceda. Pero es solo por la alta estima que tengo a la música misma, por lo que no creo que ese ideal cuasi sinestésico sea posible, con esa intensidad.

SWANS es una banda reconocida también por el nivel de sonido que maneja en sus conciertos (mucha gente recomienda llevar tapones). Hablando sobre la importancia de esa cualidad tan contundente del sonido, Jarboe, integrante fundamental de la banda en la primera época de la banda, dice en el documental Where Does a Body End? (2) que (…) ”la música es tan física, tan circular, caés en ella, está a tu alrededor y podés caer en ella, definitivamente ese es el corazón mismo de ella”.
Obviamente uno podría tomar este comentario como cierto onanismo, pero creo que es una apreciación muy acertada. Ese sonido tiene una cualidad primitiva, algo así como un mantra hipnótico y machacante que aparece en muchos temas. Viajes que además se toman todo el tiempo necesario.

El imaginario que rodea ese disco atraviesa temas como la locura, la espiritualidad, visiones de corte chamánico, y por momentos nos acerca a una oscuridad en la que pareciera que presenciamos el ritual de una secta. Dicho en abstracto esto podría sonar adolescente y caricaturesco, pero SWANS logra crear una atmósfera en la que nada parece chiste. Así y todo también contrapone tonos bastante contemplativos y … ¿esperanzadores? como en el tema anterior, A Piece of the Sky. Unos coros celestiales antes de la devastación que cierra el disco.

Apostate, el tema en cuestión dura 23 minutos.

Hace no tanto escuchaba una entrevista a Mariana Enriquez en la que decía que para ella el arte más alto era la música, lo cual me remitía un poco a la cuestión de este texto. Sabiéndola una melómana no me sorprendía, pero tampoco estaba en desacuerdo. No es una afirmación rara de escuchar realmente. El pensamiento más básico y “reaccionario” que uno podría tener es: ¿por qué una escritora no me dice que la literatura es el arte más alto? Lo cuál sintetizando sería: ¿Por qué esta persona no me dice que la rama del arte que practica es la mejor? Esta no es una idea o sentimiento que no podamos rastrear más atrás: Nietszche decía: “Sin música la vida sería un error”(1).

El comienzo del tema es como un rumor que viene de lejos. Uno podría imaginarse una caravana de seres desperdigados, atravesando tierra arrasada en una noche eterna, con un fulgor carmesí asomando en el horizonte. La marcha es de un ritmo constante.
Oímos sonidos que podrían ser el aullido de aquellos espíritus que peregrinan por el páramo.
Esa marcha lánguida, que parece interminable, se extiende por varios minutos.
Hasta que de repente, sin previo aviso, una pared de sonido cae sobre nosotros. Como una cascada enorme, o una represa rota, olas de distorsión y golpes de batería caen interminablemente unos detrás de otros, como una casa que se desploma infinitamente.
Este alud, esta avalancha que implosiona, es para mí el análogo de un sueño de fiebre. El río desbordado que se lleva todo a su paso.
La casa que nunca cesa de caer.

Y cuando pensamos que no puede crecer más, una catarata aún más violenta empieza a arrasarlo todo sobre el lomo de la primera. La corriente empuja y absorbe, casi que nos pide que corramos sobre ella. En un código completamente diferente uno casi casi que podría pensar en la urgencia de la secuencia final de Mindgame, en la que los protagonistas luchan con todas sus fuerzas por salir del interior de una ballena, pero donde el arrastre del agua es su peor enemigo.

Y de repente todo para.

Como resistiendo esa inundación y ese ahogo, empieza a surgir una repetición sincopada, luchando cansada contra lo que dejó la marea. Este forcejeo se mantiene por un tiempo, hasta que en un momento cede, y el paisaje cambia.

El vibráfono entra en escena dando cierto tono clerical, que se va mezclando con la oscuridad y distorsión anteriores, pero de manera más suave y medida, y apuntalando una vez más una repetición que va lentamente en crescendo. En este momento la voz de Gira toma la delantera, y empieza a contestarse y a corearse a si misma. “It´s not in my mind / Get out of my mind”, “We´re on a ladder to god”  “Space cunt!/ Brain Wash! / Star Dust!”.
A medida que el crescendo se intensifica la voz de Gira empieza a volverse un animal violento, catártico, las palabras se deforman y los gritos se transforman en un tipo de balbuceo que remiten tanto a la locura, como a una experiencia trascendental o a un acto chamánico, una especie de médium en trance. Tal vez de manera muy literal pero no por eso con menos fuerza se me aparecen imágenes del corto de Andrei Svitslotski, Hypnerotomachia, cuando se habla de esa Ladder to God. El caos y la crudeza del sonido y la imagen parecen ser recíprocas. Gira balbucea y pareciera estar en un estado de prelenguaje completamente gutural, que se hace más intenso entre las varias capas de voces, los quejidos lejanos del saxofón y el vibráfono que se mantiene inamovible como un campanario durante toda esta parte.

Una vez atravesado el clímax de repente todo se vuelve más calmo,tal vez cansino, como si ese ritual de desahogo hubiera surtido efecto sobre los cuerpos, lo que hace que la voz comience a retirarse. Inesperadamente todos los instrumentos hacen silencio y una sección de percusión casi tribal toma el protagonismo y el tema termina con un grito o arenga de Gira muy al fondo, ahogado entre los golpes de tambor.

Y eso es todo.

El tipo de composición que maneja SWANS en estos discos, el arrastre que tiene su música me hace pensar mucho en los comentarios de Deleuze:

“En la música, el ritornello puede entenderse como una relación de afectos: se parte de una tonadilla, un pequeño ritornello, para llegar a un gran ritornello… Máquinas sonoras atraviesan la voluntad consiguiendo dominarla, exigen seguir el ritmo de cualquier movimiento más allá de las fuerzas humanas así este tenga fines aborrecibles. Es el poder fascista de la música, que aplasta con violencia toda diferencia para reunir fuerzas en una avalancha de destrucción plana.” (3)


Y es que, si bien es una apreciación muy susceptible a lo individual, me parece que hay algo que hace particular a esta banda que es esa cualidad de “trance” y de variación en la repetición, pero también de lo catártico sin que la música se vuelva una bola deforme de sonido. Si bien hay un componente de ese estilo que requiere una sinergia con la persona que escucha, no se me ocurre otra banda que esté alineada con esa búsqueda llevandola a los límites que la lleva SWANS. Y es esta situación en la que los gritos no son el símil de un black metal o un hardcore rabioso (sin bajarle el precio a estos géneros) sino que parecen más que nada los espasmos de un tipo tomado por una experiencia inhumana, un médium empujado por una pared de sonido enorme. Hay un dejo de cierto primitivismo, unido a los temas que suelen acompañar a los discos de esta época de la banda (vida, muerte, violencia, sexualidad, trascendentalidad, contemplación) que posicionan toda esa rabia y fuerza en otro lugar, que parece estar lejos de la pose.

Y es este arrastre el que me lleva a escribir y querer traducir eso y una vez más volver a Deleuze:

“… Afectos son devenires, devenires que desbordan al que o a la que pasa a través de ellos, que exceden la fuerza de aquellos que pasan por ellos, eso es lo que es un afecto. Casi diría que … ¿No sería la música el gran generador de afecto? No nos dirige la música hacia estos poderes de acción (puissances) que nos exceden? Es posible, pero en cualquier caso … Y todo lo que quiero decir es que los tres están conectados”(4)

Yo me anotaría en la lista de los que haciendo otro arte, ponen a la música por sobre todas las demás artes. Pero también me gustaría hacer una nota al pie sobre ese Maelstorm que también veo en las artes plásticas:

Voy a la casa de mi amiga pintora. Esta amiga tiene una relación intensa con la pintura. Le llevo una pregunta: ¿Por qué crees que existe ese instinto primal de ver algo y querer reproducirlo, o al menos querer reproducir nuestra mirada de ese objeto?
¿De dónde crees que viene esa relación entre el mirar y el reproducir, en tanto que urgencia?
Por lo que recuerdo no llegamos a ninguna conclusión.

El fuerte de la música, y tal vez también del baile, es tener la virtud de poder ser una experiencia compartida simultáneamente: se puede corear sobre el tema, se puede golpear la mesa, se puede bailar junto con el tema, en síntesis: se puede ser un poco eso otro que te arrastra.


1 – “Ohne Musik wäre das Leben ein Irrtum.” De “El ocaso de los ídolos” (original en alemán: “Götzen-Dämmerung”,1889)
2 – Where Does a Body End, Marco Porsia, 2019. Documental.
3 – Gilles Deleuze, Mil Mesetas. Ritornello.1980.
4 – El ABC de Deleuze.(Video) A de Afecto.1988.

Lanzamiento “28” – preventa

Arranca la PREVENTA de “28”: compendio de ilustraciones, bocetos y trabajos por Sike
Muy contento de presentar este nuevo libro que es como un sucesor de lo que en su momento fue Memoria Selectiva.
En palabras de Editorial Deriva:

♦️El nuevo trabajo de Sike es un compendio de ilustraciones, bocetos y trabajos realizados por el Sike entre 2015-2023. Hay quienes dicen que una obra primero que nada es un testimonio de su proceso de realización, de la búsqueda que llevó a dar cómo resultado la obra. 28 nos enseña las entrañas, el libro además de ser un testimonio único de su proceso cómo autor, es un mapa de cómo Sike se hace a sí mismo. Por doscientas cincuenta páginas, asistiremos a una deriva por sus obsesiones: sus búsquedas estéticas, sus motivos recurrentes; su mirada sobre lo cotidiano y sus trabajos profesionales. Cada dibujo es una pieza del rompecabezas y la imagen que emerge es el Sike mismo; y 28 es su número mágico!

♦️El libro tendrá tapa color, interior b y n, 250 páginas y un tamaño de 20x15cm

♦️La preventa estará disponible desde el 30 de Octubre hasta el 18 de noviembre, y podrá adquirirse de forma anticipada con descuento. La preventa tendrá un precio promocional de $8000.

♦️Estará disponible desde el 30 de Octubre hasta el 18 de noviembre, con envíos a todo el país y retiro gratuito por librerías seleccionadas. Dicho retiro gratuito estará disponible para: Rosario, Córdoba capital, C.A.B.A y Mar del plata. Si sos de otra región del país, o simplemente preferís que llegue a tu domicilio tenés varios métodos de envíos disponibles, al igual que un descuento por compras que superen los $15.000 en nuestra tienda (¡Preventa incluida!).

♦️Más info en
el link de preventa.

Nuevamente online

Finalmente relanzando el sitio luego de pegarle una lavada de cara y simplificarlo un poco.
Entre algunas de las novedades puedo contarles que en breve se viene un nuevo proyecto editorial de la mano de Editorial Deriva. Pronto también habrá novedades sobre Cartográfica en el ámbito internacional. Y en Octubre tendré una participación especial en un querido festival.

Por ahora todo misterio. ✨

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